La particularidad que tienen los equinoccios de
primavera para esta parte del planeta es que comienzan cuando el Sol entra en
Libra, cosa q puede ocurrir entre el 21, el 22 o incluso el 23. En esta
oportunidad, se da el 22 a las 23hs, posicionándose en la casa 5, una área de
vida que habla de lo creativo, de la vocación entre otras cosas, por lo tanto
hay un llamamiento a manifestarse desde lugar, la conjunción con Mercurio en
Libra también, realza todo lo que implique hacer algo que nos haga sentir bien,
haciéndolo extensivo a los demás, los aspectos que hace hacia Marte hablan de
la acción de ello, desde un lugar altruista, ya que Marte está en la casa 9,
que habla de lo filosófico, de lo adquirido desde el conocimiento, este Marte
operará en estos meses como un agente motivador para ir saldando lo que como
humanidad no hemos logrado del todo, ya que está al lado de un nodo que
recuerda lo pendiente en el área de ser coherentes, entre el conocimiento y el
sentir, para obrar en consecuencia. Los nodos en estos meses tienen un papel
fundamental, digo estos meses porque cada equinoccio, cada solsticio, nos
renueva las energías trimestrales de lo que cada parte del globo debe hacer
para colaborar en el proceso evolutivo. Esta parte de Latinoamérica debería
tomar conciencia del rol que ocupa en el plan, y desde la sensibilidad que nos
caracteriza prepararnos, como la Luna en Piscis lo indica desde la 10, abrirle
los brazos al mundo como ya decía Parravicini, por ser ésta una tierra
prometida. Pero mucho hay por andar todavía, este ascendente en Tauro es la
gran prueba del materialismo, las preocupaciones puesta en esta orden
desconectan la consciencia de quienes somos y a que venimos.
Neptuno al lado de la Luna desde la 10, en perfectos
aspectos habla de la capacidad de asistir este momento desde lo espiritual, y
desde el amor que le aporta Venus desde la casa 6, invitándolo al servicio y a
la sanación, no solo física, sino de razas, de diferencias en general.…
En estos días Quirón esta retrogrado en el límite entre
Piscis y Aries, en la 11, es más que una señal de impulso para que como
humanidad pongamos en acción lo aprendido desde lugares más sutiles como puede
ser la espiritualidad, las terapias, las sanas creencias, en fin nuevamente
aparece el mensaje de poner en práctica lo aprendido.
Urano desde la 12 en Tauro nos desafía a romper
definitivamente los paradigmas, pero no de una manera alocada y rebelde, todo
lo contrario, lo propone de la mano de Saturno en Capricornio desde la 8, que
habla de sabiduría y augura transformaciones duraderas y lógicas.
Hay configuraciones que en su conjunto manifiestan
mensajes claros y certeros y esta energía de este equinoccio en particular
habla de ello, Júpiter en Escorpio viene a revelar cosas que aún están debajo
de lo visible, como un iceberg, donde solo se ve una pequeña parte, pero hay
algo más grande de base que lo contiene, son momentos de revelaciones, de
revisar con quienes estamos, no hay más lugar para lo toxico, ni lo mediocre,
se está pidiendo mucho más que eso, en la casa 7 habla de pensar en los demás,
de desarrollar más lo fraternal y lo universal.
Desde luego que estos planetas que hoy moran el
cielo nos repercuten particularmente de manera diferente para la vida personal,
pero en estos momentos hay que elevarse y desde lo macro observar el panorama
para activar la generosidad y ver de qué modo de donde estén y sean quienes
sean puedan formar parte de una mejoría.