Este tipo de eclipses en un signo tan esotérico como
Escorpio es un llamado a una gran transformación. En realidad es un desafío, ya
que al interponerse la Luna delante del
Sol, se corre el riesgo de estar demasiado atentos a nuestras necesidades y no
ver más allá… que es donde está nuestra verdadera esencia. Por lo tanto sugiero elevar la interpretación
de este estudio, para que con estas herramientas puedan seguir viendo el
objetivo y que nada se interponga en el medio.
Es un eclipse muy poco común, ya que ocurre muy
espaciadamente. El anterior tuvo lugar en noviembre del año 94 y me voy a
detener con una pequeña síntesis para que puedan apreciar que el de hoy, de
algún modo es una versión elevada de aquel pedido.
En el de noviembre del 94 había un gran stelium en Escorpio.
Estaba Plutón, Júpiter, el Nodo positivo, el Sol, la Luna, y Venus… estos 6
titanes traían un hermoso obsequio para el espíritu. Con Plutón, la gran
transformación había comenzado, Júpiter
además de conectar con la Justicia Divina y buscar el equilibrio prometía
expandir todo ese caudal transformador. El nodo venía a recordar el propósito
de esta encarnación…que estamos aquí
para un fin de ciclo y un comienzo más elevado y de alta teología. El Sol, el YO SOY, debía manifestarse en la
vida de cada uno desde la verdadera esencia autorizándonos a reconocer el poder que cada uno trae como
síntesis de lo que fue, y la Luna a bañar con su fertilidad esa gran
transformación y hacer nueva todas las cosas. El broche de oro lo daba Venus impregnando
de amor, arte y expresión este mensaje
de los Dioses.
Todos ellos operantes desde Escorpio se ocuparon de abrir
una gran puerta hacia un futuro de luz, y comandando desde la casa 11, lugar
natural de Acuario (al menos para esta zona del cono Sur) hablaba de hacer esto
de manera compartida, uniéndose a otros, expandiéndose y abriéndose a lo novedoso, visionario y por
sobre todas las cosas rompiendo estructuras y viejos mandatos que solo demorarían
la evolución. La Luna desde su aspecto
maternal ya venía acompañando la llegada de niños especiales, (índigos,
cristal, etc.) almas viejas que venían a encarnar para asistir este proceso
único e irrepetible.
El Parte de Fortuna sobre el ascendente confirmaba la Gran
Oportunidad de ver nacer en este planeta una nueva humanidad…
El Ascendente en Capricornio, ya marcaba un camino de
madurez como especie, y la presencia de Neptuno y Urano allí, daba comienzo a
la RE-EVOLUCION espiritual. Lo místico de Neptuno y la evolución innovadora
de Urano se fusionaban para abrir mentes y preparar a la humanidad de
superficie para las grandes manifestaciones, signos y señales que estaban por
llegar. Estos 2 planetas también le pusieron la alfombra roja al camino de las
terapias alternativas y nuevos métodos donde se veía a las personas como una
unidad y desde tratamientos y técnicas no invasivas, sino energéticas prometían
llevarlas de regreso a casa.
Saturno en Piscis redoblaba la apuesta de la madurez
pero desde la casa 3 donde ponía de
manifiesto el verbo, mostraba, en más de una ocasión el gran poder que la
palabra tiene y los que somos capaces de crear… como siempre digo… “cuidado con
lo que pedimos… porque inexorablemente llega”…
Marte en Leo hablaba de una acción con protagonismo, es
decir, no esperando que otro hiciese lo que había que hacer.
En el eclipse actual, casi 20 años después, con una
configuración muy particular, el ascendente vuelve a caer en Capricornio y por
ende sigue pidiendo la madurez espiritual.
La suma de Plutón allí habla de vivir desde la consciencia, y no desde
los mandatos impuestos por generaciones. El poder está en cada uno. No se debía
confundir al mensajero con el mensaje. Los grupos servirían pero para acompañar
los procesos, no para forman cantidad, ya que lo que importaría para lo que
venía era la calidad… podemos llegar todos juntos a la orilla del rio… pero se cruza solo!
El parte de fortuna vuelve a estar en el mismo lugar que en
el 94 y nos recuerda que esta oportunidad es para nosotros…
El sol y la Luna vuelven a caer en Escorpio en la casa 11,
con lo cual, la verdad sigue manifestándose desde la transformación y la
coherencia en los actos, ya que ahora estas luminarias están acompañadas por
Saturno, (el Sabio Maestro), nuevamente el Nodo mostrándonos una vez más que ya
pasamos por situaciones similares y que es hora de tomar nuestro equipaje y
andar. Y Mercurio en Escorpio, en bello aspecto con Marte en Virgo, invita a
comunicar y ayudar a despertar consciencias a través del servicio y el ejemplo…
a esta configuración se suma Júpiter en Cáncer que dice, empecemos por casa y
llevemos este mensaje al mundo.

