Para principios de julio, los 4 elementos (tierra, fuego, aire y agua) se
encontrarán en un punto de alta tensión, ya que el Sol en Cáncer (agua), que a nivel planetario representa
los pueblos, se pondrá en oposición con Plutón en Capricornio (tierra); este titán que tiene como
misión sacar a la luz aquello que yace en las profundidades del inconsciente
colectivo no puede ocultarse más, y a nivel terrestre opera como movilizador de
las profundidades de la tierra provocando en su salida, terremotos, erupciones,
movimientos de placas y aquellos movimientos telúricos que repercuten
inexorablemente sobre la corteza terrestre, arrastrando con ello lo que por vía
le compete.
Luego Urano en Aries (fuego), quien despiadadamente rompe con aquello que bulle sobre el inconsciente
colectivo, provocando eventos donde este elemento esté presente a través de
incendios, explosiones, etc. provocando rompimiento de estructuras de manera
inesperada y dolorosa, como solo el Rey del Despertar -Urano- sabe hacerlo, se
pone en oposición a Marte, Dios de la Guerra que opera desde Libra (aire), demasiada agresión y
determinación para un signo tan desprevenido en estos aspectos tomando por
sorpresa a quienes no han sabido encauzar el gran amor que Libra otorga en pos
de un bien mayor. Entiéndase que esta situación es ideal para desatar cualquier
conflicto bélico/nuclear ya que por lo antedicho estaríamos por decirlo de un
modo más práctico, con la guardia baja.
Por supuesto la fecha es relativa ya que para los
primeros días de julio se activa esta configuración que puede tener impacto
y desarrollo dentro de todo julio hasta mediados
de agosto.
Estas oposiciones que comprometen los 4 elementos
forman una cruz zodiacal, y como es arriba es abajo, esta gran cuadratura de
tensión se verá manifestada en la tierra con toda su potencia. Lamentablemente
no le será difícil expresarse ya que gran parte de la Humanidad vibra en
frecuencias bajas que son perfectamente aptas para que estas configuraciones
tengan lugar. Me gustaría destacar en
este punto, que si la Humanidad vibrara al unísono en armonía de amor y luz, ninguna
configuración planetaria podría afectar nuestras vidas, porque nuestra
vibración de paz no las atraería…
Sabemos que este año es muy particular, no solo
por lo que proféticamente está anticipado sino por la gran energía que se le ha
sumado a este evento con tanta información y tanta desinformación… pero como fue
y será la dualidad nos da lugar a elegir, y de eso se trata, de utilizar uno de
los poderes más grandes que poseemos, el poder de la elección.
Dónde decidimos pararnos, en la tragedia y
destrucción o en la certeza de que algo debe ocurrir para purificar aquello que
ya no se corresponde con nuestra nota de resonancia, y decidir desde lo más
profundo a formar parte de la creación como la soñamos, o mejor dicho, como la
recordamos cuando dejamos que nuestra alma se exprese.
¿Coinciden estos aspectos con profecías puntuales
como las de las Olimpiadas y otras tantas que apuntan a estas fechas como
puntos de caos para este año?
Definitivamente
sí.
Será que el hombre ha obedecido demasiado a las
influencias celestes desde un lugar cómodo en vez de hacerse cargo de su propia
vida y desafiar cada obstáculo para tener hoy elementos increíbles de creación
y realización en armonía perfecta con todo el mundo…
En nosotros está el poder.
Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el
plan de Dios en la Tierra.
22/6/12