Cuando
dos eras se superponen, algo está dejando de SER para darle paso a lo nuevo,
pero en ese “durante” sobreviene el padecimiento, la duda, el miedo y la
confusión. Pero esto es solo un estado mental que inmoviliza y conduce a la
negatividad.
Para
evitar esto hay que proyectar aquello que queremos ser y sentir, este acto es
un hecho transformador que activa las energías constructivas y dan la
posibilidad de cambiar la realidad; y más aún, funcionar como agentes transformadores
del mundo que nos rodea.
Para
poder hacer esto hay que interpretar objetivamente la realidad que nos circunda
para saber enfocar los pensamientos y sentimientos, y provocar el cambio con la
anticipación necesaria; de este modo no se crece a través del dolor, sino a
través de la consciencia.
Nuevos
paradigmas demuestran que la infinita energía del universal se pone al servicio
de quienes estén dispuestos a ser felices y generar el cambio.
Bendiciones...
Sergio y Klau